Crear hábitos para una Cultura de Prevención de Riesgos Laborales

Irene Gómez Pavón
MetaData

¿Alguna vez te has preguntado por qué algunos cambios en la seguridad industrial se implementan con éxito y otros no? La respuesta podría estar en la psicología detrás de la formación de hábitos.
Como expone James Clear, autor de «Hábitos Atómicos» (libro que en los últimos años ha sido de los más recomendados), el autor sugiere que los pequeños cambios que se convierten en permanentes y sólidos en la vida diaria de las personas, son aquellos que pueden conducir a resultados transformadores.

Si lo aplicamos a la prevención de riesgos laborales…

Construir hábitos seguros en el trabajo.

  • Identifica el hábito: ¿Qué acción específica quieres que se convierta en un hábito? Por ejemplo, usar siempre el equipo de protección individual (EPI/ EPP) o realizar pausas activas cada hora.
  • Hazlo obvio: Coloca el EPI en un lugar visible, crea recordatorios visuales en las áreas de trabajo o utiliza señales auditivas para indicar las pausas.
  • Hazlo atractivo: Convierte la seguridad en algo deseable. Reconocer públicamente las buenas prácticas, ofrecer incentivos o simplemente celebrar los logros puede hacer que la prevención sea más atractiva y, sobre todo, compartida.
  • Hazlo fácil: Simplifica las tareas. Instala taquillas cercanas donde poder tener a mano EPIS o revisa si los equipos son los más adecuados para cada persona o trabajo.
  • Hazlo satisfactorio: Celebra los pequeños triunfos. Un simple «¡Buen trabajo!» puede ser suficiente para reforzar un comportamiento positivo.

Sistemas para generar hábitos seguros en el trabajo.

  • El entorno moldea el comportamiento: Diseña un entorno de trabajo seguro. Elimina los peligros, organiza el espacio de trabajo y asegúrate de que la iluminación, señalización, etc. sea adecuada.
  • La identidad guía el comportamiento: Fomenta una cultura de la prevención. Directivos, encargados y mandos intermedios deben siempre ser ejemplo y liderar el cambio hacia comportamientos seguros. Los trabajadores deben sentirse seguros al reportar incidentes y participar en la identificación de peligros.
  • El hábito es el problema, no la persona: En lugar de culpar a los trabajadores por los errores, enfócate en los sistemas y procesos que pueden haber fallado.

Consejos prácticos para implementar hábitos seguros.

  • Comienza con algo pequeño: No trates de cambiar todo de una vez. Empieza con un hábito simple y construye a partir de ahí.
  • Sé paciente: La formación de hábitos lleva tiempo. No te desanimes si no ves resultados inmediatos y evalúa tus procesos.
  • Celebra los éxitos: Reconoce los logros individuales y grupales.
  • Sé consistente: La estabilidad y constancia son clave. Incluso los pequeños pasos diarios pueden marcar una gran diferencia.

Como conclusión práctica, podríamos decir que al aplicar los principios de pequeños “hábitos atómicos” a la prevención de riesgos laborales, se puede llegar a transformar la seguridad como un valor compartido, dejando a un lado el verla como una obligación.

Fuentes y enlaces de interés:

Libro “Hábitos Atómicos”. 2020. Autor: James Clear.

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